«La IA está redefiniendo la educación a través de la personalización, el análisis de datos y la automatización de procesos educativos. Se está utilizando en análisis predictivo para optimizar la educación personalizada con plataformas adaptativas y asistentes virtuales (EDUCAUSE Horizon Report).»

Por Fernando Barrios Ipenza

Las universidades se enfrentan a un panorama de transformación acelerada. La percepción del valor de la educación universitaria está siendo cuestionada.

El retorno de inversión y el costo de la educación están impactando en la decisión de inscripción, ya que la relación entre costo y beneficio de la educación superior se ha convertido en un factor determinante en las decisiones de los estudiantes (EDUCAUSE Horizon Report).

Asimismo, la demanda por habilidades específicas del mercado laboral sigue en aumento. Las cifras hablan por sí solas: 92 millones de empleos desaparecerán este año, pero 170 millones se crearán, de acuerdo con el informe del Foro Económico Mundial.

El escenario es cambiante, y ello demanda que las universidades adapten sus programas para preparar a los estudiantes con habilidades relevantes y, sobre todo, actualizadas.

En ese sentido, es claro que la educación basada en competencias y credenciales alternativas se está convirtiendo en una tendencia clave para abordar esta necesidad, especialmente considerando que el 60% de las empresas está priorizando candidatos con certificaciones de habilidades digitales, y no solo títulos tradicionales (Manpower).

Por su parte, la inteligencia artificial (IA) está revolucionando la educación en múltiples áreas, desde la gestión y administración de procesos hasta la personalización del aprendizaje y la evaluación automatizada. La IA está redefiniendo la educación a través de la personalización, el análisis de datos y la automatización de procesos educativos. Se está utilizando en análisis predictivo para optimizar la educación personalizada con plataformas adaptativas y asistentes virtuales (EDUCAUSE Horizon Report).

Aunque hay temores sobre la sustitución de docentes por IA, su uso adecuado puede mejorar la experiencia educativa sin reemplazar el factor humano esencial en la enseñanza. Además, universidades que han implementado analítica de aprendizaje han logrado reducir la deserción hasta en un 20% (información de IFE Conference 2025), y el aprendizaje adaptativo ha demostrado mejorar la retención del conocimiento en un 20% (McKinsey).

En esta misma línea, la flexibilidad en la educación es una demanda recurrente en los estudiantes actuales. Ellos necesitan acceso a recursos en cualquier momento y lugar, acompañamiento y guía permanentes, y la posibilidad de articular sus clases en relación con su vida personal y familiar. Esto exige que las universidades adopten modelos híbridos y en línea que permitan personalizar los trayectos educativos según las necesidades individuales.

En este contexto, la educación híbrida ha sido adoptada por el 73% de las universidades en LATAM, consolidando modelos más flexibles (McKinsey). Asimismo, el modelo HyFlex está ganando terreno, ya que permite que los estudiantes elijan entre asistir a clases de manera presencial, en línea en tiempo real o de manera asincrónica, según su conveniencia (EDUCAUSE Horizon Report).

La educación a lo largo de la vida se está convirtiendo en una necesidad imperiosa, ya que los estudiantes deben estar preparados para aprender y adaptarse continuamente a lo largo de su carrera profesional.

De hecho, el 87% de los trabajadores reconoce que necesitará aprender nuevas habilidades a lo largo de su trayectoria para mantenerse vigente en el mercado laboral (EDUCAUSE Horizon Report 2023, p.13). A la par, el 82% de los empleadores considera que las habilidades adquiridas en entornos laborales son más relevantes que un título académico (HolonIQ), y el 65% cree que las habilidades interpersonales y de adaptabilidad son más importantes que el conocimiento técnico (Coursera Global Talent Report).

Para abordar estos desafíos, las universidades deben adoptar un enfoque holístico que incluya planes de estudio actualizados y alineados con la industria, el uso de plataformas digitales y herramientas de aprendizaje en línea, así como espacios de aprendizaje colaborativo vinculados al sector laboral. La implementación de tecnología educativa es fundamental para personalizar el aprendizaje y optimizar la enseñanza. En este sentido, el 75% de las instituciones de educación superior considera que la transformación digital es su prioridad estratégica más importante (HolonIQ), lo que refuerza la necesidad de invertir en innovación educativa y metodologías avanzadas.

Como vemos, las universidades enfrentan una encrucijada en la que deben redefinir su propósito y estructura para seguir siendo relevantes en un mundo en constante cambio. La adaptación a nuevas tecnologías, la flexibilidad educativa y la conexión con el mercado laboral son fundamentales para garantizar que sigan desempeñando un papel clave en la formación de profesionales del futuro. Es hora de que las universidades se transformen y se adapten a las necesidades de un mundo en constante evolución, apostando por la innovación y modelos de aprendizaje más dinámicos que preparen a los estudiantes para los retos del presente y del mañana.